7 de junio de 2012

Identidad, congruencia y honor, es mucho pedir


Federico Müggenburg

La campaña electoral está mostrando penosas lacras de comportamientos humanos que no se habían visto  anteriormente. Esto ocurre como una señal clarísima de la perdida de los referentes que permitían saber, “quien es quien”. Es la entronización de la filosofía del devenir sobre la filosofía del ser. El aplastamiento humano por la “dictadura del relativismo”. Parece que lo único digno de ser considerado es “el suceso”, incluso contradictorio de un momento a otro, con tal de que conduzca a lo que se llama “éxito”, que además es magnificado por los medios sofisticados de la comunicación electrónica, que en su parcialidad y su ámbito restringido, parecen dejar fuera de lugar a todos los que no están incorporados a la “red”.

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Publicado en www.cepos.org.mx el 4 junio 2012