Federico Müggenburg
El mundo se sacude ante la
perversa intención planificada de imponer por vía legal la cultura de la muerte
y por otro lado la resistencia de todos los que expresan públicamente la
defensa de la vida y la familia. El abanico es amplísimo y va de la inicial
manipulación y perversión de las fuentes de la vida, hasta la eutanasia, que
pretende decidir cómo se termina la vida a voluntad de la persona.
Prácticamente no hay país en
el que este gran debate no esté presente. El grado de avance de esta imposición
es variable. Hay países que inician apenas el camino criminal, por ejemplo
Chile. Hay otros que se sienten muy orgullosos de ser la “vanguardia” de estos
vergonzosos hechos, como es el caso de Holanda, España, Francia o Estados
Unidos. Curiosamente entre los que no han cedido a las presiones
internacionales o nacionales están Costa Rica y Rusia.
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Publicado en
www.cepos.org.mx el 13 mayo 2013.