Federico Müggenburg
El fugaz viaje de 22 horas
de Barack Obama a México está inserto en su segundo cuatrienio y en el primer
sexenio de Enrique Peña Nieto. La atención de Obama a México y América Latina
contrasta con la atención que le dedica a los socios de la Unión Europea y a
los emergentes de Asia. Es natural que le dé más tiempo a quienes están
vinculados a sus procesos, exitosos o fracasados, de naturaleza económica. Y
por lo mismo se acelere la relación con sus vecinos próximos (México y Centro
América) ante los temores de un vuelco de estos en favor de los emergentes de
Asia. Algunas reuniones de “cajón” por pertenecer a organismos interamericanos,
que hacen obligada su presencia y muy pocas por voluntad propia. Se dio el caso
de su viaje a Brasil, Chile y El Salvador (aunque su atención se concentró en
Libia) y ahora éste a México y Centro América con escala en Costa Rica, para
reunirse con todos los centroamericanos.
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Publicado en
www.cepos.org.mx el 27 de mayo de 2013.